Saltar al contenido

Técnicas de relajación para el dolor

Formas en que sentimos dolor

La forma en la que cada persona siente el dolor tiene que ver con su genética, estilo de vida personalidad y emociones, esto quiere decir que no es solo una sensación física, sino que también está relacionado con la mente.

Cuando aparece el dolor y nos planteamos que hacer, una buena estrategia de alivio del dolor es combinar los tratamientos con una serie de técnicas que modifiquen la percepción mental del dolor.

Como hemos mencionado el primer paso para mitigar el dolor es modificar la percepción mental del dolor. Para ello existen una serie de técnicas mentales que podemos practicar y entrenar.

Mindfulness o atención plena. Literalmente consiste en centrarse en el presente, en ser conscientes del dolor y observar objetivamente la sensación que nos produce, para aprender a conocer, controlar y evaluar esa sensación, sin preocuparnos por la de ayer o la de mañana.

Respiración profunda. Consiste en inhalar profundamente por unos cuantos segundos y luego exhalar. Por ejemplo podemos utilizar el sonido del segundero de un reloj de pared para ayudar a mantener la concentración y el ritmo de la respiración.

Meditación y visualización. Consiste en situarse en un lugar sin ruidos y estímulos externos para prestar atención a la respiración, acompañada de música de fondo que invoque a la relajación, unido a la visualización mental de una imagen o lugar que evoque tranquilidad, paz y sosiego.

Concentración. Literalmente consiste en dejar de pensar en el dolor, escogiendo una actividad que nos guste, que disfrutemos haciendo y que nos aporte algo positivo a nuestra vida. Para ello hay que concentrarse de manera absoluta en lo que se está haciendo, prestando especial atención e interés a los detalles mínimos, disfrutando del proceso y siendo consciente de las sensaciones que se sienten y como nuestros sentidos reaccionan.

Noesiterapia o anestesia psicológica: Consiste en entender que podemos utilizar positivamente nuestro pensamiento para programar en nuestro cerebro la anestesia psicológica, ya que el cerebro está diseñado para cumplir nuestro deseo de cambiar la sensibilidad de cualquier parte del cuerpo. Uno de los factores importantes para realizar esta técnica es estar totalmente relajado, y esto se consigue cuando producimos saliva líquida y transparente en nuestra boca.  (https://www.noesiology.com/)


Si pensamos en el dolor, como un aviso o alerta, nos será más fácil adquirir hábitos y pensamientos positivos que nos ayudarán a sentir menos dolor o percibirlo de manera distinta.

Ver.. Dolores más frecuentes